Llega la primavera y con ella el olor a flores, a tierra húmeda por el rocío de la noche; el sum-sum de las abejas revolotean junto a las rosas, los tulipanes y el viento suave trae consigo recuerdos de un pasado no muy lejano, ¿eso creo?

¿En dónde estaba yo la primavera pasada? Soy una pajarita de plumas negras, como una noche en invierno, con pico color naranja como las frutas y flores que me encanta picotear. Algo me recuerda este patio, es como si esta sensación que siento ya la hubiese vivido antes.

Recojo hierbecitas, palitos que han caído en el patio, sobre una grama verde y bien cuidada, en donde una vez mi mamá hizo lo mismo y, ¿qué hizo? Picoteo tras picoteo y me asombro de que no se me cae nada del pico, salgo rasante y rápido hacia el árbol en donde un ruidito se produjo e inquietó mi alma.

Ahora recuerdo lo que hizo mi mamá y es lo mismo que estoy haciendo yo en este preciso instante. Con paciencia y tesón recogió palitos, grama para hacer el nido donde nací yo y mis hermanos. Ahora yo hago lo mismo para mis bebés.

En un manzano construyo un nido y reconozco esta grama. Ahora sé que algo había detrás de esos recuerdos en que me envolvía el viento.