He recibido un Email de mi suegra, mejor dicho, mi ex-suegra.

Me ha dicho que se viene a vivir con nosotros sin que la hayamos invitado. Ahora tengo que buscar las palabras más suaves, menos duras para decirle que no podemos tenerla en casa; ya sea por espacio, por tiempo, por la verdad que no podría decírsela...

Y es que su hijo y yo ya no vivimos juntos desde hace más de un año y ella no lo sabe. En nuestras camas descansan otros cuerpos que nos hacen más felices que nosotros dos juntos.

Hablaré con su hijo para buscar una solución y la mandaré a vivir con él, que por su condición de hijo le corresponde no dejar en el abandono a esta visita inesperada.